¿La mala comunicación genera crisis?

16-MALACOMUNICACION.jpg
ERR.jpg
 

Por EDUARDO REYES-RETANA

Desde las conquistas romanas, pasando por las intrigas cortesanas y llegando a las crisis de la época contemporánea, en todo momento de la historia, la información ha sido crucial para la toma de decisiones. El Senado Romano, asesoraba al César; la Corte Real a cada Monarca; los expertos y técnicos a los gobernantes, siempre buscando obtener el mayor beneficio para los suyos.

Esta constante nos lleva a tratar la información como una herramienta de suma importancia para la vida diaria. Sin embargo, el contar con ella no lo es todo; este insumo es únicamente la base para desarrollar la comunicación. La objetividad, reconocimiento y escrupuloso procesamiento, serán lo que nos lleve a que ésta sea efectiva, inútil o -en muchos casos- tener consecuencias graves.

Ejemplos existen miles, que se pueden analizar bajo diferentes ópticas y resultados, ya sean guerras, tratados comerciales internacionales, inversiones, políticas públicas, etc. Siempre será más sencillo un análisis “a toro pasado”. No obstante, en el corto plazo, también es posible discernir sobre ello.

El análisis global de una situación debe ser llevado por un equipo especializado que, en primer lugar, recabe toda la información. En un segundo momento, distinguir la utilidad, separar lo que sea de interés para el tema en particular, con énfasis en las fuentes y su certeza. Posterior a esto, el procesamiento objetivo para proporcionar un instrumento eficiente pero, sobre todo, veraz.  Es impensable que, en temas de gran envergadura, una sola persona sea juez y parte en este proceso, así como impensable es que no se permita desarrollar este ciclo para tomar decisiones durante una crisis con afectaciones catastróficas.

México se encuentra en un punto clave para tomar decisiones, comunicar de manera efectiva y transparente los acontecimientos (programas, proyectos, planes) a la población, para evitar un problema de consecuencias dramáticas e irreversibles. Todo esto depende de la eficiencia del equipo, así como de la voluntad para transmitir la información.

Esto nos lleva a las siguientes reflexiones:

  • La necesidad dentro de las empresas y en cada institución de gobierno de un equipo de asesores con la experiencia necesaria en comunicación, así como en análisis y prospectivas de escenarios.

  • Implementación de equipos de Relaciones Gubernamentales / Asuntos Públicos y Comunicación / Relaciones Públicas que mantengan en constante movimiento el ciclo de inteligencia informativa para la adecuada toma de decisiones.

  • La transparencia, eficiencia, claridad y rapidez son básicas en el manejo de crisis; la falta de esto (a nivel gubernamental) genera confusión, miedo, incertidumbre, desconfianza en las autoridades; por ende, falta de participación ciudadana en los planes de gobierno.

  • La comunicación no sólo es compartir información, que queremos cuando queremos y como queremos; es un proceso especializado con implicaciones y alcances dramáticos. No debe existir margen a la improvisación.