¿QUIÉN GANÓ EL DEBATE?
Por Eduardo Reyes Retana
Sin profundizar en las propuestas de cada uno, ni escribiendo desde alguna filia o fobia hacia cualquiera, ya que esos temas serán motivo de otro artículo intentaré centrarme en lo que se comunicó y cómo se comunicó - o, al menos, se intentó-.
Y aquí comienza la discusión… ¿Gana aquel que hace propuestas más inteligentes/detalladas/útiles o gana aquel que logra conectar con la audiencia a pesar de sus limitaciones técnicas e intelectuales? Particularmente, creo que es el segundo.
Si bien lo deseable es que exista calidad -y más tratándose de uno de los países más poderosos del mundo-, las elecciones no son más que un cúmulo de emociones plasmados en un papel. Aunque pensemos lo contrario, sólo una mínima parte del acto del sufragio es intelectual. Detengámonos un momento a reflexionar sobre los siguientes puntos que observamos en este caótico ejercicio:
Donald Trump
Donald Trump con su característica personalidad de “bully”, intimidando, interrumpiendo, siendo cínico e irrespetuoso. No voy a cuestionar si sus métodos son ortodoxos - o no-. Sin embargo, con esa actitud, pudo marcar el rumbo del debate hacia donde él quería. La agenda, los tiempos, fueron exclusivos de él y sobre lo que quería comunicar. Sus pobres argumentos, su escaso vocabulario fueron mínimos comparados con su aplomo, dureza y postura para plantear lo que quiso y como lo quiso. En ningún momento titubeó ni se detuvo para confrontar y señalar (fuera o no verdad; fuera o no de manera respetuosa).
Chris Wallace (moderador)
Un moderador débil, que no pudo controlar el formato pactado entre ambos candidatos, mismo que derivó en un ejercicio desaseado, difícil de seguir, con poco valor y utilidad para los votantes. En un evento de tal magnitud, donde lo que está en juego va más allá de lo que podamos imaginar, es necesario que quien esté a cargo, pueda manejarlo. Fallas de este tipo pueden inclinar la balanza fácilmente.
Joe Biden
Joe Biden quien, a pesar de contar con todas las herramientas para dar golpes decisivos en contra de su adversario (impuestos, coronavirus, racismo, economía, mentiras…), no tuvo la firmeza ni el talante para comunicarse efectivamente. Desafortunadamente, perdió la gran oportunidad de desnudar la incompetencia de Trump como mandatario. Su lenguaje corporal mostraba derrota, ansiedad, pero sobre todo tremenda frustración al saber que contaba con elementos clave, así como propuestas interesantes que no pudo plantear por su falta de “tablas” y conocimiento de técnicas de debate que deben pulirse una y otra vez con media trainings.
Afortunadamente -o desafortunadamente- los debates no son determinantes para una elección. Si así fuera, se contaría con un mayor nivel técnico, de oratoria y de calidad política que permitiera conocer plataformas específicas, respuestas a los problemas sociales, claridad sobre las agendas.
Es de extrema importancia que quienes se dedican a la vida política, así como asesores, analistas, equipo para campañas, comunicadores, etc. tengan preparación que ofrecen despachos especializados en Asuntos Públicos/Comunicación/Crisis Management/Media Training… de lo contrario, somos responsables y estamos condenados a este nivel de política en todo el mundo.
A la pregunta sobre quién ganó el debate, claramente hace falta un análisis específico y más profundo de los planteamientos. Lo que puedo afirmar categóricamente, es que sí hay un gran perdedor y es el electorado estadounidense. Esperemos que los próximos debates se tengan reglas más claras, mejores propuestas o, por lo menos, sean conducidos de manera efectiva para poder enfocarnos en propuestas y no en lo que acabamos de presenciar.
Juan Eduardo Reyes-Retana Yáñez
Asuntos Públicos y Comunicación
Moreno & Jiménez Abogados